Si eres lunático, si sientes que la luna te afecta
o si simplemente de pequeño pusiste atención en tus clases de Ciencias de la
Tierra, debes saber que la Luna Llena o plenilunio, marca justo la mitad del
mes lunar. Las fases de la luna simplemente se distinguen según la disposición
de la Luna, La Tierra y el Sol, viéndose más o menos iluminada porciones de la
cara visible de la luna. La luna llena ocurre cuando la Tierra se ubica entre
el Sol y la Luna, recibiendo los rayos del sol en su cara visible, por lo tanto
la podemos ver completamente iluminada.
Existe
un nivel espiritual de las personas que se define por el predominio de los
componentes:
- Sattva (pureza y conocimiento) Hombre satvico: vive en servicios de la sociedad sin esperar reconocimiento.
- Raja (acción y pasión) Hombre rajasico: vive más para sus logros y beneficios personales.
- Tama (ignorancia e inercia) Hombre tamásico: no le importa pisar a otros para avanzar ni dañar la sociedad.
Cuando
hay luna nueva (lado oscuro de la luna, no iluminada), esa oscuridad emite frecuencias
predominantemente raja-tama, que son
transmitidas hacia la tierra. Lo contrario ocurre en luna llena, ya que
disminuyen las frecuencias raja-tama debido al incremento
de iluminación.
A su vez, durante la luna llena las frecuencias lunares están más activas y se
observa un aumento de la actividad mental. El incremento de actividad puede
variar desde un aumento de pensamientos aleatorios hasta pensamientos
específicos; el
pleno de la luna nueva es un período ideal para nuevos emprendimientos y la
renovación.
Al igual que
todas las cosas cuya naturaleza contiene grandes porcentajes de agua, como las
mareas que están estrictamente relacionados con los ciclos lunares, los
humanos (70%) nos vemos también influenciados en nuestra estructura física y
espiritual.
Estos meses
he aprendido sobre la relación del Yoga y el ciclo lunar. “Tanto la luna como el sol
ejercen una fuerza gravitacional en la tierra. Las posiciones que adoptan crean
distintas experiencias energéticas que pueden compararse al ciclo de la
respiración. La energía de la luna llena se relaciona con el final de la
inhalación, momento en que la fuerza del prana es mayor. Esta es una fuerza
expansiva, que se mueve hacia arriba, que nos hace sentir energéticos y
emocionales, pero no completamente enraizados. Durante la luna llena tendemos a
ser más decididos o determinados. La luna nueva corresponde al final de la
exhalación, cuando la fuerza de apana es mayor. Apana es una fuerza que
contrae, que se dirige hacia abajo, que nos hace sentir tranquilos y enraizados
pero densos y con poca inclinación hacia el esfuerzo físico. Con el tiempo, la práctica de Ashtanga nos va sintonizando con los ciclos
naturales. La observación de los días de luna es una forma de reconocer y
honrar los ritmos de la naturaleza para vivir en mayor sintonía con ellos” TimMiller (profesor certificado de Ashtanga Vinyasa Yoga). Traducido por Elisa
Marzuca. (Padma Yoga).
En
conclusión la tradición del método postula que no se practica Ashtanga Vinyasa
Yoga los días de Luna nueva y Luna llena porque las energías son muy fuertes
durante estos momentos del ciclo lunar; lo ideal es cuando la energía o prana se encuentra en equilibrio (en medio de estos dos ciclos). Estos días serán dedicados a los
estudios filosóficos de la tradición y a la recitación de Mantras.
0 comentarios